Soy Patricia Fernanda Silva Andrade, dueña de Turismo Chome Aventura. La principal motivación para crear mi emprendimiento fue nacer y vivir en Caleta Chome, en el Santuario de la Naturaleza Hualpén. Es un lugar lleno de biodiodiversidad marina, con especies como pingüinos, chungungos y donde, además, se pueden avistar ballenas y delfines.

También fueron las ganas de dar a conocer la historia ballenera del lugar, que poca gente conoce. Acá los trabajos están mayoritariamente asociados a la pesca, por lo cual los jóvenes debíamos emigrar para estudiar y trabajar. Yo salí a estudiar a los once años, dejando a mi familia y viniendo cuando el clima lo permitía.

Al terminar mis estudios de turismo, volví a la caleta y decidí empezar, en julio de 2014, realizando caminatas. En paralelo, solicité los permisos para hacer paseos náuticos, pero la Armada no me dejaba; aun así, seguí insistiendo y en 2018 pude obtener el permiso para paseos junto a mi papá. Coincidentemente, luego vino el programa Lugares que Hablan y mostró nuestro proyecto, lo que ayudó a posicionar a Chome. Y ya en julio de 2021 logré formalizar mi negocio.

El lema de la Organización Mundial del Turismo nos invitó a repensar el turismo. ¿Cómo pudiste hacerlo con tu empresa en tiempos de pandemia?

Nuestro eje es la sostenibilidad y el crecimiento ecológico inclusivo, el cual se centra en el turismo de naturaleza y el respeto por la comunidad, el territorio y su biodiversidad. Así es como realizamos tours guiados acompañados de un relato de las características de la flora, la fauna y la historia del lugar. De esta manera, nuestros turistas conocen la zona, aprenden de ella y ayudan a valorarla y protegerla.

Contamos con diferentes rutas y actividades, con cupos limitados; además, respetamos la distancia de observación para las especies marinas, hacemos limpiezas, estudiamos las especies y tenemos un catálogo. Incluimos binoculares, generamos una economía circular en directo beneficio de nuestros vecinos de la caleta. Durante la pandemia, implementamos protocolos de bioseguridad, como el uso de mascarillas en todo momento en la embarcación y, una vez que terminamos, se desinfectan el bote y los chalecos salvavidas. El pago es solo a través de transferencias, así se evita el contacto.

¿Cuál es la identidad de Turismo Chome Aventura?

Realizamos paseos náuticos para observación de avifauna marina en su hábitat natural, acompañado de un relato único y con identidad, en el que se aprende de la biodiversidad, de la historia de la caleta, sus mitos y más, para que las personas valoren lo que ven. El servicio incluye binoculares y contamos con infografías propias de las especies que se pueden ver. Hacemos registro fotográfico del tour, que luego compartimos con los turistas, así ellos comparten las fotos y nos etiquetan, lo cual sirve de marketing que llega a nuevos seguidores. “Es una experiencia única en la región”, como lo detalla @phoenicopteruss en Instagram, haciendo hincapié en el relato y los equipos para vivir esta experiencia.

Al ser de Chome, conocemos cada rincón y lo compartimos con los turistas. Además, apoyo estudios científicos de las especies que puedes ver, como pingüinos, chungungos, ballenas. Hemos salido en diferentes programas de TV, como Lugares que Hablan, noticieros y más, mostrando nuestro trabajo, lo cual nos avala.

¿Hubo dificultades o barreras de género que te impidieron continuar? ¿Cómo las sobrellevaste?

El mar siempre ha sido catalogado como un mundo solo de hombres. La mujer es vista como mala suerte y no me dejaban subir al bote de mi tío. Luego de varios años de trabajo con tours y caminatas, pude ahorrar para conseguir comprarme un bote propio. En la Armada, me pidieron certificaciones de patrón de nave menor, primeros auxilios, que el bote fuera apto para el turismo. Pasé todas las pruebas y logré obtener los permisos para hacer turismo después de varios años intentándolo. Ahora puedo decir que soy pionera y la única mujer que hace esto en la caleta.

Además, soy mariscadora, lo aprendí de mi mamá y abuela, con quienes voy a mariscar y recolectar algas. Mi papa es pescador, él me llevaba a pescar. Soy socia del sindicato de pescadores de Chome y cofundadora del colectivo de ciencia Soplo a la Vista. Estudié e hice cursos, me inscribí en Sernatur. Al principio, muchos se reían por hacer turismo, hasta que logré que el programa de TV Lugares que Hablan viniera y mostrara nuestro trabajo, poniendo a Chome en el mapa turístico.

¿Qué mensaje tiene para las mujeres que aún no pueden emprender?

La perseverancia y los deseos de cumplir tus metas y sueños es primordial. Si el plan A no funciona, modifícalo o sigue con el plan B hasta que lo logres. Inicié con cuatro turistas, en su momento recibí muchas burlas, innumerables veces me dijeron que saliera de Chome en busca de trabajo, aun así, continúe.

Por más de seis años estuve luchando para conseguir los permisos en paseos en bote y lo logré. Mis turistas, luego del tour, compran en los locales de la caleta o productos marinos directo a los pescadores. De esta manera, generamos ingresos económicos en directo beneficio de la comunidad. Mi mamá y mi abuela son mariscadoras y mi papá es pescador, de ellos aprendí del mar, relato que traspasamos a los turistas. He colaborado con investigadores y soy activa en las problemáticas sociales de la zona, por lo que sé que educar es la clave en el turismo de naturaleza, valorar lo que vemos. El apoyo de la familia y amigos más la asociatividad y la perseverancia son fundamentales para poder continuar y crecer en el turismo.

Turismo Chome Aventura